Friday, May 12, 2006

Las enseñanzas de don Juan

Describía Carlos Castaneda en su primera obra, Viaje a Ixtlan, una incursión al mundo de los muertos. El mundo del silencio donde viven los guerreros desaparecidos. A través del peyote que le ofrecen los indios descubre una realidad invisible a los ojos. Una quinta dimensión donde la conciencia es capaz de captar la esencia de la vida y la muerte, y lo que él llama el tercer anillo de poder.
Don Juan Matus, el hechicero indio mexicano que inicia a Castaneda y a tres discípulos más, en el mundo cognitivo de los chamanes, cuenta que los magos vivieron en México desde tiempos previos a la conquista española, unos siete mil años antes de Cristo. Don Juan explicó a sus alumnos que aquellos brujos, como él los llamaba, descubrieron a través de prácticas que no podía descifrar, la capacidad del ser humano de percibir energía tal como fluye en el universo. Esos chamanes aseguraban que cualquiera de nosotros puede interrumpir el sistema de interpretación del flujo de energía convertido en datos sensorios que transcribe la percepción del mundo cotidiano que conocemos. A la nueva percepción de las energías universales la llamaron "ver". Refinada y aplicada a ellos mismos, les daba la posibilidad de contemplar a los seres humanos como un conglomerado de campos energéticos.
La influencia cultural de ideologías precolombinas da al silencio y la muerte un significado diferente en Centro América. Se venera a la parca en figuras populares y se exhibe abiertamente el inexorable destino final de los seres humanos en rituales callejeros multitudinarios, así como en reuniones iniciáticas secretas. El mundo de los muertos es para las étnias indígenas de América una fuente de reflexión y sabiduría. El chamán en trance, me contaba Johannes Setälä, entra en contacto con el mundo del silencio, un mundo inmaterial entre la tierra y el cielo, al que se desplaza para encontrar respuestas a sus demandas.
La autenticidad de la vida sólo se alcanza con una consciencia global del destino que nos conduce a la expiración. Así lo entendía por ejemplo el filósofo Heidegger, como asimismo Herman Hesse cuyos personajes se inspiran en la muerte y se desenvuelven con ella. Detrás de los textos de Kafka trasciende el silencio de la soledad absoluta y está siempre tan presente la muerte en la poesía de Lorca como es protagonista en las tragedias de Shakespeare. En nuestro más profundo interior se expresan en silencio las voces de nuestros antepasados.
Gurdieff dice del hombre común, que vive en un estado de inconciencia análogo al sueño. Es como una máquina que no controla ni sus actos ni sus pensamientos. El miedo le hace obviar lo inevitable.
El chamanismo está sin duda ligado a la idea de Dios como fuerza sobrenatural y ha existido desde la primera intuición por el hombre de la incorpórea esencia divina. Los rituales ayudan al mago a transportarse a una realidad supranormal y alcanzar una conciencia metafísica con un objetivo concreto.

1 Comments:

Blogger Alexiana said...

Hola Francisco,
Me gusta mucho tu blog. Soy fan de brujos magos chamanes y lo que tú quieras. Me llamó la atención, en especial, tu escrito sobre don Juan Mattus ya que me encuentro releyendo Viaje a Ixtlán con motivo de la escritura de una novela que hasta ahora no logro terminar. Ojalá sigas escribiendo sobre este tema. Yo apenas empiezo con mi blog, pero agradecería tu opinion al respecto.
Alexiana

10:35 AM  

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